Debo haber comprado
cinco o seis veces
esos dinosauritos de goma que ponías a la noche en un bowl
con agua
y al día siguiente estaban hinchados y pálidos
medio babosos
como los ahogados en la tele.
Había toallas también
compactadas con forma de Mickey
ponele
o de autito.
Te imaginabas un toallón de playa. Era un trapito.
Fino
y perfectamente inútil.
Gauchito Gil, Gauchito Gil,
copate
mandame una palangana
milagrosa
pongo mis tres páginas y media
me las duplicás para mañana a la mañana.
Yo me tiro un rato.
Porfa.