lunes, 31 de diciembre de 2012

Creo que tengo una relación abusiva con Lena Dunham*.

Me rehusé por meses a ver Girls porque el poster es malísimo. Cuatro pibas lindas mostrando las piernas. Minitez contemporánea, Sex & the City para adolescentes. Título   genérico. Paso.
Pero hombres en los que confío insitieron, y la miré. 

Fue horrible.

Sí, me gusta el programa. Sí, está bien hecho. Pero sufrí terriblemente los primeros capítulos porque soy Hannah. Es una idiota, es un parásito arrogante, y soy igual. 
Ah, no. Porque resulta que Hannah es una idiota, pero es dos años menor que yo, vive sola, tiene un título universitario**, un laburo*** y un novio****. Soy Hannah pero peor. Mátenme.
Resulta, sin embargo, que aparentemente todas las mujeres sufrimos terriblemente con Girls. Los varones pueden distanciarse un poco, y aunque se reconocen "en ese momento de sus vidas" no los mata la identificación. Bastardos suertudos. No les duele el grotesco en el fondo del alma. Les da vergüenza ajena, no propia. 
Todo el mundo habla de las escenas de sexo espantosas. Descubrí que lo que me generan es, de alguna forma, arrepentimiento. Mátenme.

Ahora bien: Lena Dunham tiene mi edad y un contrato de 3.500.000 dólares para escribir un libro. Tiene huevos de plomo, nada de celulitis, y filma como una campeona.
Me hace sentir horrible con mi vida. 
La amo y quiero ser como ella, pero cuando la veo actuando también la odio y me aterra ser como ella. 

No es casual que se me mezclen Lena Dunham y todos sus personajes. Es un efecto claro y buscado de decisiones de guión, casting, y puesta en escena. La línea entre la actriz, la directora, la guionista y los personajes está embarradísima. No soy yo que soy pelotuda, es algo que me hacen deliberadamente. Me pregunto si no es esa tensión, entre la maravilla y la repulsión, lo que atrae de esta piba. 

Pienso en todos los escritores que te hacen eso, el anzuelo de lo semiautobiográfico, y como te desestabiliza todo. Pienso en la crítica de Katie West sobre Overqualified, de Joey Comeau:
I think the book is about Joey Comeau and that’s my problem with it. I want to know what is truth! I want to know where the real Joey is. I want to dissect every letter and figure out what really happened and what didn’t. What’s real and what’s not. I want to figure out what we have in common. I want to know why it is exactly that Joey Comeau can be so very dirty and still make me feel sad. Why does his letter to Hallmark make me feel so uncomfortable laughing about International Stalker Day? Why am I identifying with his letter to Gillette and why am I too, hoping for blood swirling down the drain? Stop making me imagine her flavours while you lay your flesh on her tongue! Stop making me worry about how often I talk to my grandparents and stop making me remember everything I’ve never asked them! Stop making me miss my brother! Stop convincing me of the last girl! Nothing lasts forever! I hate you Joey Comeau. I hate you and I hate your stupid book. 
Overqualified, como todo lo que escribe Joey Comeau, es espectacular en su obscenidad. Muestra cosas que no debería mostrar, que uno no está listo para ver. Es demasiado íntimo. Duele porque al hablar de sí mismo te obliga a ponértele frente a frente. Te obliga a admitir cosas que uno no está listo para admitir. Es decir, te manipula horriblemente, te entrampa en "la identificación", ese mito, esa porquería. Te hace mierda. Y es bellísimo.

Me quejo de la identificación porque creo que no debería ser la medida ni el objetivo de la literatura pedorra que hacemos. No quiero seguir leyendo ni escribiendo "cosas que nos pasan a todos", o peor, "a todas". Sin embargo, quisiera pensar seriamente qué es eso que me pasa con Girls, que me hace sentir espantosamente mal pero me tiene contando los días para la próxima temporada. Qué hace el hijo de puta de Joey Comeau para que todos nos queramos casar con él, y sobre todo cómo lo hace. No les tengo rencor, sólo quiero aprender. 


*       And if she can pull off red lipstick, so can I!
**     Yanqui.
***   Pedorro.
**** Loco de mierda. 

viernes, 30 de noviembre de 2012

domingo, 18 de noviembre de 2012

De amicitia.

Pocas cosas me sulfuran, me indignan y me espantan tanto como tener que pelearme una y otra vez con gente que asegura que no existe la amistad entre el hombre y la mujer. Y si bien cada día le pido al Gauchito Gil la serenidad para no caer en discusiones de sordos, quién te salva de despotricar después, sola, mientras te cepillás con furia los dientes.


1. En primer lugar, no acepto que nadie me diga lo que siento hacia terceros, ni lo que ellos sienten hacia mí. 

2. Tengo la suerte de compartir mi vida con un montón gente buena, inteligente, divertida y talentosa. Los quiero y los admiro, y enriquecen todos mis días. Algunas son mujeres y otros son hombres. 
Si nunca quisiste a alguien del sexo opuesto, jodete por boludx. 

3. No acepto que nadie rechace de plano evidencia empírica para proteger sus afirmaciones de mierda. 

4. Idea heteronormativa por demás. ¿Qué pasa si me gustan las mujeres? ¿Tampoco puedo ser amiga de ellas? ¿Y si sos bisexual, no podés ser amigo de nadie?

5. Los que dicen que no existe la amistad entre el hombre y la mujer después te dicen que las mujeres tampoco pueden ser verdaderamente amigas entre ellas, porque son celosas, competitivas, y conchudas en general. La amistad es un privilegio de almas nobles masculinas, inexplicablemente relacionado con el deporte y el consumo alcohólico, y no lo entenderemos jamás. 

6. Si las mujeres no pueden tener amigos es porque los supuestos amigos las desean secretamente (no al revés). O sea, nadie te va a querer nunca. ¿Sabés por qué? Porque tenés tetas. 

7. Debe ser eso lo que más me horroriza. No quiero imaginar qué clase de relaciones tiene la gente que en verdad cree que el cariño y el deseo son mutuamente excluyentes. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Viñetitas de mierda: Waso no sabe la leyenda del lobizón.

M: ¿Cómo no lo sabías?
L: ¿No te lo enseñaron en la escuela?
W: No me lo enseñaron en la escuela, y no me lo enseñaste vos, que sos la que me tiene que enseñar las cosas. 
M: Lucas, te enseñé a hacer pis. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Quiero ser un caballo.



Si me van a preguntar pelotudeces, por lo menos denme más opciones. Creo que al menos faltarían estas respuestas:
  •  Quisiera ser un caballo.
  • A veces me pregunto qué clase de conciencia de sí puede llegar a tener un pino, un gorrión, o un virus.
  • El que toca toca, la suerte es loca.
  • No tengo datos suficientes para responder eso.

Todas mejores que responder citando a Nacha Guevara.
Además, capos, me quieren convencer de que compre su jabón de cachucha, pero el hecho mismo de que las cachuchas a veces requieran un jabón especial es de las cosas que más le suelen molestar a la gente que tiene una. Apostaría a que las que contestaron que no son justamente las que tienen problemas con su pH vaginal. 
¿Y quién mierda le da like públicamente a Lactacyd? No es que sea ninguna vergüenza, pero ¿en serio querés que el mundo sepa esos detalles de tu higiene personal?

MORALEJA: "Redes sociales. Sólo porque puedas, no quiere decir que debas."

sábado, 1 de septiembre de 2012

Viñetitas de mierda: Mensajeándome con mi madre.

L: Me emociona enormemente que el número de emergencias del subte sea pi. Estoy yendo para casa.

M: Te quiero.

martes, 21 de agosto de 2012

Alegrías de estar sola en casa.

Puedo salir al balcón a gritar "rajá, paloma puta" sin que nadie me juzgue.

Brief Interviews with Hideous Men.

Brief Interviews with Hideous Men es una adaptación de una novela de David Foster Wallace, que debe de ser muy hermosa. 
Consiste básicamente de una colección de monólogos (todos interesantes, bien escritos, bien actuados) que la protagonista usa como casos en su investigación. Ella se dedica a los women´s studies, o algo por el estilo, y recién en la última escena nos enteramos de que el objetivo de su trabajo de campo es ver cómo viven los hombres el post-feminismo.  

Había visto el trailer, y sabía que la había escrito y dirigido John Krasinski , pero me decidí a mirar la película cuando vi la escena donde habla él. Pero al verla toda, justo esa escena que me había parecido cautivadora es de lo que menos me cierra de la película. Krasinski hace del ex de la protagonista; al final se encuentran y la chica, que había quedado tan traumatizada que empezó la tesis, le pregunta porqué mierda le metió los cuernos. Y el ex le cuenta qué pasó cuando le metió los cuernos. 
Es una pena, porque es un discurso muy fuerte y muy bello, y no tiene sentido. ¿Qué me importa tu epifanía vincular? ¿Para qué me decís qué te pasó con esta mina, si lo único que quiero saber es porqué saliste de tu casa un día decidido a garcharte a otra persona? Ella pregunta una cosa y él le responde otra, y es ahí donde se tambalea toda la historia. El resto, sí, está estructurado en forma medio confusa y un poquito pretenciosa, pero es ese agujero de la trama lo que me molestó.

Los otros "sujetos" cuentan su historia, hablan de sí mismos y de su relación con las mujeres. Y todos están un poco tristes, se sienten solos, son tan honestos como pueden, y tratan sinceramente de no ser unos hijos de puta. Tratan, y a veces no lo logran.
Lo que sí me gustó de la película es algo que plantea la chica al final sobre los women's studies: estamos tan concentrados en las mujeres, que nos olvidamos de los varones. La cátedra entera y todos sus alumnos se la pasan hablando boludeces sobre lo que es ser mujer en el siglo XXI, dándole vueltas a los mismos clichés políticamente correctos de siempre, repitiendo algo que no se sabe si es una revista de autoayuda o un manual de levante, algo complaciente y superfluo. Un campo en el que uno, especialmente si es hombre, no puede decir nada nuevo, nada distinto, porque cualquier disonancia es violencia de género. 
En cambio, tal vez lo que hace falta es mirar a los hombres como seres humanos con problemas propios, hacer películas donde no sean un problema y/o una solución. Tipos que no son ni tu ex el malvado ni tu futuro marido el que te va a salvar. Ni el terrorista que va a matar al presidente ni el agente del FBI que va a rescatarlo. Estamos tan concentrados en "el rol de la mujer en el cine", que a veces nos olvidamos de la otra mitad de la humanidad.
Brief Interviews with Hideous Men dista mucho de ser un especial de mierda de la Cosmopolitan que le va a revelar a las mujeres cómo piensan en realidad los hombres. No te quiere revelar algo. La protagonista tampoco enseña ni aprende nada, y menos aún lo único que en realidad quería saber. Ni los hombres son de Marte, ni las mujeres son de Venus, y su novio terrícola la dejó porque se le cantó el reverendo culo. 
Pero la posta está en que no se puede hacer feminismo hablando sólo de mujeres, y que los roles de género son una mierda para todxs, y es sobre todo en ese sentido que la peli está muy bien. 

martes, 14 de agosto de 2012

Re-presentación de la Velociraptors.


El viernes 24 vamos a presentar otra vez la Velociraptors. Vengan a lanzarnos su ropa interior, y si tienen suerte pueden llevarse su ejemplar autografiado.

miércoles, 11 de julio de 2012

Sansa y Andrés, el que viene una vez al mes.

Creo que antes de juzgar a Sansa por lo que hace y no hace en Blackwater (2x09), hay que tener en cuenta que a la pobre chica le acababa de venir. No hay peor momento posible para que te vengan a invadir el castillo.
Así que dentro de todo, yo la puedo entender.

Eso, en mi barrio, es cara de indispuesta.

-Dele, Lady Sansa, vámonos.
-No, no, yo me quedo acá.
-Pero yo la voy a proteger.
-No, no, me duele todo, estoy cansada... Yo me voy a tirar un rato.
-Pero...
-Ser, o se saca la armadura y me hace cucharita, o me deja de hinchar las bolas.

sábado, 2 de junio de 2012

Las mentes de los criminales.

Está bien, amamos el drama policial de una hora, y después de miles de cadáveres en miles de capítulos de CSI la camada de psicólogos y analistas de comportamiento sí trajo una bocanada de aire fresco.
Lo duro de Criminal Minds no es tanto el tenor de los casos que presentan sino la economía misma de la investigación que pide, para encontrar al asesino serial, nuevos muertos que brinden nuevas pistas. Esa espera perversa es un gran problema, para uno que mira y también para los personajes, que por momentos son muy conscientes de que no están jugando al Carmen Sandiego sino viendo como se apilan los cadáveres.
A fin de cuentas, lo que hacen esos programas es poner todos los ojos sobre el perpetrador y sus motivos, fascinarse por la monstruosidad del crimen. Y encima, aparentemente, todo esto del psico-criminalismo es puro verso: los perfiles son algo que se hace a posteriori y que no suele ayudar un carajo en las investigaciones policiales.
La otra vuelta pasé zappeando por algún drama policial de una hora y uno (no sé si Horatio en Miami o Ted Danson en Las Vegas) tiró una que me pareció re bien. Un joven y potrísimo investigador mira el fiambre destruído y se pregunta en voz alta por qué le hicieron eso. Su jefe, la justicia encarnada, paternal pero distante, le dice: "me chupa un huevo por qué, quiero saber quién, agarrarlo, y hacer que se pudra en la cárcel".

jueves, 17 de mayo de 2012

Viñetitas de mierda: cenando en familia.

Madre está indignadísima con el wachiturro hijo de puta que acosó sexualmente a una nena de 13 años, y también con las pelotudas que lo fueron a esperar a la salida de la cárcel. Hermano dice que su condición de ídolos infantiles hace todo mucho más grave.
Yo les cuento que hace poco vi en un bondi un chico con el corte wachiturro y de atrás, viéndolo de pasada, me pareció que tenía un kipá. De hecho, lo miré de vuelta justamente porque pensé "Paren, está rapado. ¿Cómo mierda se lo sostiene?". No, era todo pelo.

miércoles, 16 de mayo de 2012

2 Broke Girls, las tetas, y el hipsterismo.

1. Me gusta que Johnny sea tan garca y tan tóxico. Por una vez la tele reconoce que ser bueno e inteligente no impide ser una basura. Les pido por favor que no lo rediman, que no vuelva. Si no supiste amar, ahora te puedes marchar. 


2. Me gusta Sophie, esa Madame Maxime porno. 


3. En las series del prime time las chicas no son como Max y Caroline. No putean, no se drogan, no gritan, no dicen guarangadas, y no se masturban. 
En la mayoría de las series del prime time una parte importante de la trama es con quién salen los personajes en ese momento. Hasta George Costanza salía con una mina distinta cada semana. En cambio, en una temporada entera Max y Caroline han picoteado pero no han salido con nadie. Aparentemente no tienen tiempo ni ganas. 
Me gusta el minitaje Bechdel, me gusta que tengan intereses y preocupaciones más allá de sus vidas románticas. Me gusta que a veces el romance (ver 1) simplemente no valga la pena. 
Tengamos en cuenta que la gran obra de Michael Patrick King, co-creador del programa, es Sex and the City, una serie donde lo que empodera a las mujeres es ser ricas, cojerse tipos y comprar ropa, así que todo esto debe ser mérito de Whitney Cummings.

4. Me gusta la decisión artística de hacer que Max parezca siempre a punto de morir asfixiada por sus propias tetas.
Me gusta que todos los personajes tengan estilos muy definidos y muy característicos, y que repitan accesorios. Ya saben, para mí nada dice EFECTO DE REALIDAD como ver que en una serie o película la gente usa siempre la misma ropa. Ahora que lo pienso, fue lo que más me gustó de Ghost World.
Me quiero maquillar como Max pero no me animo.

5. Tardé como 10 capítulos en darme cuenta de que Oleg está bastante tuneado. Así que sí: me gusta como te queda esa camisa, corazón.


6. Hace tiempo que la tele estadounidense viene hablando de la recesión, y vi en varios programas alusiones a la movida del Occupy pero, llamativamente, casi siempre desde la perspectiva del 1%. 
Mientras a la mayoría de nosotros el fantasma de perder la fortuna nos chupa un poco un huevo, creo que lo importante de 2 Broke Girls es esto: Caroline se vuelve pobre, pobrísima, y se da cuenta de que hay gente que siempre vivió así. Los chicos de clase media-alta se reciben y no consiguen el trabajo de analista financiero que querían: terminan trabajando de mozos y se dan cuenta de que la gente pobre de nacimiento nunca pudo aspirar a más que eso. Se quieren matar. 



7. Ese conflicto económico también está en la base del hipsterismo como fenómeno estético. 
El problema que tenemos todos con el concepto de hipster es que, por un lado, les decimos así a la gente muy careta, pero por otro también lo usamos para hablar de cierta sensibilidad estética con la que, no tan en el fondo, nos sentimos identificados. Nadie dice "hipster" sin temer, aunque sea un poco, que le digan así, o sin participar de esa cultura, con tan sólo conocer el término.
¿Qué pasa en 2 Broke Girls? Los personajes viven y trabajan en los lugares que les gustan a los hipsters, compran ropa de segunda mano, etc. La diferencia es que ellos no tienen opción, y por eso les dicen caretas a los que lo eligen. No es tan distinto a discusiones que tenemos acá sobre "hacerse el hippie" como una impostura. 
El hipsterismo o el hippismo criollo no dejan de ser estetizaciones de la pobreza. Los jeans de Levi's salen 400 mangos: me visto de modal de colores. No puedo pagar un departamento en Manhattan ni si me prostituyo todos los días y todas las noches: Williamsburgh es lo más. Y así sucesivamente. Cuando esa operación estética triunfa y se pone efectivamente de moda, se instala una disputa por determinar, en la caza de brujas más embolante de la historia, quién es realmente pobre y quién se mueve como si lo fuera por elección.

martes, 1 de mayo de 2012

Proyecto para Youtube.

Hay que recopilar todos los momentos de Minuto para ganar en que el concursante se equivoca y grita " AY PERO LA CONCHA DE LA LORA PUTA". Les apagan el micrófono y Marley desvía la atención, pero todos lo vemos, bien clarito, en el replay en cámara lenta. 

De porqué miro American Idol.

No miento cuando digo que para mí ver American Idol es un ejercicio masoquista, y que el hecho de que los que deciden lo que escucho sean exactamente los que uno menos quiere que elijan (a diferencia de lo que este post puede sugerir, no comparto el criterio musical de pequeñas púberes yanquis con demasiado crédito en el celular) es un desafío para cualquier control freak. 
Pero es un buen espectáculo, hay que decirlo. Bien producido, bien conducido, y los flacos... ah, los flacos. 
Así que aquí están, mis participantes favoritos de todos los tiempos. 

1- Phillip Phillips
Este pendejito me genera cosas que no puedo manejar del todo. Quisiera que se deshicieran de todas las minitas y el programa sea 2 horas de Phil Phillips que baila y canta y se le hincha la vena de la frente. Me desespera.



2- Reed Grimm
No sé porqué lo pongo segundo: Reed Grimm no lo sabe pero debería ser mi novio. Como una versión sexy de Kirk, de Gilmore Girls, que se canta todo y nunca nunca nunca para de cagarse de risa. Un copado.


3- Bo Bice
Cuando Bo perdió la final contra la gordita giluna Carrie Underwood, dejé de mirar el programa por un tiempo largo. Bo era perfecto, era el rockero sureño que le podías llevar a tus familia. No tenía 16 años, y se notaba.
Ese año pareció que por una vez las preadolescentes del mid west iban a perder en la votación frente a sus madres, un ejército de amas de casa calentonas, pero no pudo ser.



4- Jason Castro
El dulcísimo, adorable, lleno de rastas Jason Castro. Siempre sutil, siempre relajado, sabía cómo hacer que se te cayeran las medias cuando hacía falta.


5- David Cook
Me da cosa decirlo, lo veo en fotos y no está tan bueno, pero cada vez que salía al escenario me hacía transpirar. El video tiene una calidad de mierda, pero es el único que me podía insertar.


6- Michael Johns
Un australianote que te canta canciones de Dolly Parton nunca viene mal. La temporada 7 fue una buena temporada.


7- Adam Lambert
Miren, llega un punto en la competencia en que todos se cantan todo. Tienen voces tremendas y eso no se lo niega nadie. Pero a la hora de pararse en un escenario, nadie es tan bestia como Adam Lambert. Tendría que haber ganado la final.



8- Kris Allen
Era divino. No sé si hay mucho más que decir. Acá el mismo video con mejor calidad.



jueves, 26 de abril de 2012

Titanic.

Lo dije y lo repito: 
Nadie que no haya sido una nena de 11 años cuando salió Titanic puede entender lo que nos pasó con esa película. Me compadezco de todos ustedes, incluyendo a las nenas de 11 años de hoy en día, que no lograrán ver a través de Celine Dion y la capa enorme de grasa que tiene todo.

Me hice adolescente el día que fui a ver Titanic, en marzo del '98. La hermana mayor de una amiga nos llevó al Multiplex un viernes a la tarde. Creo que teníamos camperas de jean encima del buzo de la escuela. Nos sentíamos grosísimas. Cuando volví a mi casa me quedé dormida y me desperté con mis viejos y mi hermano discutiendo encima mío. No podía entender de qué mierda hablaban, cómo podían hablar a ese volumen cuando Leo Di Caprio se había enamorado y muerto hacía sólo algunas horas. ¿Cómo no se daban cuenta lo que me estaba pasando, de todo eso de la película que yo seguía teniendo adentro? 
Y es eso, que es una música y unos colores pero también otra cosa, lo que solamente le puede pasar a una nena de 11 años en 1998. Si la viera ahora por primera vez, la odiaría. Si la viera ahora, aún con lo que significa para mí, tampoco me gustaría. Pero me crucé con Titanic en el momento perfecto, y por eso no puedo sentir más que gratitud.

viernes, 20 de abril de 2012

Ya nadie nos paga (2).





Cuando falla youtube uno no sabe cómo explicar algunas cosas. ¿Cómo decir qué es Chícola y la ganga a alguien que nunca lo vio? ¿Por qué, si hay videos de cualquier cosa en internet, nadie subió esto? ¿Por qué nadie le hizo una entrada en la Wikipedia? ¿Los 476 fans de facebook no se pueden poner las pilas?
No puedo ni siquiera sugerir al empático lector que sintonice Wapa TV un domingo a la mañana para experimentarlo en carne propia porque, en lo que parece una pura crueldad de los hermanos boricuas para con mi persona, ahora en ese horario están dando El mundo de Beakman

Me veo obligada, entonces, a tratar de explicar que Chícola es una señora de 40 años vestida de nenota. ¿Una especie de Chilindrina? No exactamente. Tal vez sea sólo que actúa mal, pero logra darle una impronta medio porno al personaje. O tal vez sea que la Chilindrina (las comparé: hay un capítulo en que se hacen amigas) es físicamente una pulguita, y ella es un cacho de mina.
Chícola anda por ahí con Medicoco y Cochino Basurón. Dos marginales. 
¿Acaso se supone que son niños? A veces van a la escuela con Chícola, pero otras veces trabajan, o se les reprocha que no lo hacen. Medicoco, de anteojos gigantes y nariz de plástico, ¿tendrá habilitación para practicar la medicina? ¿Y Cochino Basurón? ¿Por qué es tan cochino y basurón?
¿Qué hacen? ¿Esta chica no tiene padres? Nunca aparecen. ¿Por qué está todo el día en la calle? ¿Tiene casa? ¿Qué está pasando?
Como en todos los programas de este tipo, Chícola y sus amigos hacen lío y al final aprenden algo (hay que obedecer al maestro, no hay que decir mentiras, etc.). Mientras tanto ponen videos (siempre los mismos) de grandes composiciones con grandes moralejas, de la talla de "Mariluz apaga la luz" o esa que dice 


§ cruza en el semáforo, úsalo, úsalo, 
§ y si no hay semáforo hay que recordar:
§ primero parar, segundo mirar, 
§ tercero escuchar y último cruzar.

Pero nada supera a la cortina del programa: 


§ Únete a la ganga, 
§ con Chícola y la ganga.
§ Únete a la ganga,
§ con Chícola y la ganga.
§ Únete a la ganga,
§ con Chícola y la ganga.
§ Únete a la ganga,
§ con Chícola y la ganga.
§ Únete a la ganga, 
§ con Chícola y la ganga
§ ...

Dura como 3 minutos. 
En otra canción hay una familia de pollos que se pelean y mientras Chícola, la ganga, los pollos, y todo el mundo bailan de acá para allá te ponen en letras multicolores el número de teléfono para contrataciones: por una módica suma, podés tener a Cochino Basurón en tu fiestita.

Ahora, imaginen todo esto a las 10 de la mañana de un domingo, habiéndote levantado a las 6, con sueño, resaca y acidez. Se vuelve como más pesuti.

jueves, 19 de abril de 2012

Ya nadie nos paga (1).


A modo de despedida tardía de la etiqueta "miro tele mala por dinero", Olor a tostadas les trae con mucho amor el último par de entradas de esa sección. Comenzamos, entonces, con una escena de Clerks que ha tocado nuestro corazoncito de coordinadora nocturna, mientras intentamos aceptar el hecho de que ya no tenemos más excusas económicas para seguir mirando tele mala, y que esto ya es autoflagelación estética e intelectual.



Randal Graves: [suddenly outraged] Oh, fuck you! Fuck you, pal! Jesus, there you go again trying to pass the buck. I'm the source of all your misery. Who closed the store to play hockey? Who closed the store to go to a wake? Who tried to win back his ex girlfriend without even discussing how he felt with his present one? You wanna blame somebody? Blame yourself. "I'm not even supposed to be here today."

[throws stuff at Dante]

You sound like an asshole! Jesus, nobody twisted your arm to be here today. You're here of your own volition. You like to think the weight of the world rests on your shoulders. Like this place would fall apart if Dante wasn't here. Jesus, you overcompensate for having what's basically a monkey's job. You push fucking buttons. Anybody can waltz in here and do our jobs. You... You're so obsessed with making it seem so much more epic, so much more important than it really is. Christ, you work in a convenience store, Dante! And badly, I might add! I work in a shitty video store, badly as well.

martes, 17 de abril de 2012

Sobre el ethos de la groupie (1).

Digo que los amo a todos, a toda la banda. Quiero que sean mis novios. Pero después me parece una imagen horrible, ser una especie de Pitufina del backstage. Sonaría como ser la novia comunitaria, disponible para todos, y no sé si se entiende que no es eso lo que quiero.

Más bien los sumo a mi gran harén imaginario a la 8 1/2, un catálogo cariñoso de todos los hombres reales e imaginarios de mi vida. Me resultó simpática, en la película, esa solución (imaginaria) al problema (falso) del protagonista de tener simplemente demasiado amor para dar.


Y sin embargo esa voz que tengo en la cabeza que grita día y noche "¡Género! ¡Género!" me hace sospechar que por más que yo sea mujer y sea cuidadosa en mi reescritura de esa escena, no es una situación demasiado empoderadora para nadie, que Guido Anselmi es lo menos, y que no hay forma de maquillar mi mirada fetichizadora desde abajo del escenario. No tengo como amar a estos pibitos sin objetivizarlos a ellos y a mí con mi deseo despersonalizado.
Pero, aún así, la idea de una casa llena de hombres que me esperan...

lunes, 16 de abril de 2012

Precursor ignorado.

Usa ropa ajustada de colores brillantes y su ocupación principal es sacarse fotos a sí mismo.
Sí, es Spiderman, el flogger.

jueves, 5 de abril de 2012

Viñetitas de mierda: Quilmes Rock 2012, día 2.

En la tele dijeron que en algunas familias había dos mamis y eso estaba bien.
Si se puede elegir, quiero que mi segunda sea Joan Jett.

TV On The Radio me gustó. A veces me pasa que me siento culpable en los recitales porque me la paso babeándome con una banda entera. Igual creo que, objetivamente, el cantante es un bombonazo y todos estábamos pensándolo.

Evidentemente los giles que estaban al lado mío no le prestaron tanta atención a El rey león como el resto de nosotros, porque probablemente la más importante de todas las enseñanzas que nos dejó es que hay que tener mucho cuidado con las estampidas. En algún otro momento, con alguna otra película, también tendrían que haber aprendido que hay que tener cuidado y no hacer cosas que pueden lastimar a la gente.

Cuando terminó Arctic Monkeys me quedé parada solita en el medio de un puto monzón. Empecé a pensar seriamente que hubiera sido mucho mejor quedarme en mi casa con mi dinero viendo American Idol. Hacía cada vez más frío y estuve muy muy cerca de abrazar a un extraño. Como cuando en los dibujitos animados los personajes que tienen mucha hambre empiezan a ver a sus compañeros con forma de pancho o pata de pollo, para mí el pibe ese era una bolsa de agua caliente gigante.
Me harté de sufrir al pedo y me metí abajo de un alerito, en la platea, a escurrir mi ropa.
Miré dos temas desde ahí, pero el tercero fue "My hero" y bajé al campo. El calor humano me hizo bien.

Y Dave Grohl, vendehumo adorable, "padre imaginario de todos nuestros hijos imaginarios", como dijo Clari. Le creí todo, sonreí hasta que me dolieron los cachetes. LLegué hasta a sentirme seca, y el ruido de la música tapó el chapoteo de mis medias empapadas. Divino hijo de puta. Me fui feliz.

martes, 28 de febrero de 2012

Sobre El péndulo de Foucault.

El año pasado releí El péndulo de Foucault, de Umberto Eco, y apunté algo como esto:

Dormitando con la tele prendida pienso que me gusta la novela porque hace ese despliegue tremendo de erudición histórica (y justo de una historia tan desopilante y lejana) con una ternura y una compasión igualmente tremendas. Es la historia de investigadores que inventan y reinventan un relato siempre preocupados por poder comprender y respetar a sus personajes.
Me conmueve Casaubon y su deseo de dignificar, de recordar amorosamente, de no infantilizar ni exotizar a esa otredad perdida para siempre que es el Pasado.

No parece, pero eran adultos racionales.

Después engancho el final de Spanglish, y lloro, porque estoy llena de amor por mi prójimo.


El péndulo termina siendo casi casi una advertencia sobre lo fácil que es, con un poco de práctica, conectar todo con todo. Peor aún: sobre lo fácil que es convencer a la gente de que uno sabe de qué está hablando. El tío Umberto se preocupa por todos nosotros, como siempre.

viernes, 17 de febrero de 2012

Febrero en casa.

El problema de Telecentro es que no tiene SAP.

El problema del streaming es que no tiene propagandas y a veces uno necesita un impasse para ir al baño y/o revisar el facebook.

El problema de la propaganda es que no importa cuánto insistan, no voy a ponerle Casancrem a la comida, nunca.

El problema del calor es la humedad y el problema de la humedad es que no llueve. Es decir, el hiato insalvable entre la humedad y la mojadez.

El problema es que no podés llorar a gritos por Cuevana sin que tu vergüenza opaque la desesperación.



lunes, 30 de enero de 2012

Ladri.

He llegado a la conclusión de que no sé hablar francés pero puedo hacerle creer a la gente que sí, mediante una mezcla de cararrotez y mentalismo jedi.
"Ceux-ci ne sont pas les droids que tu cherches", les digo.

jueves, 26 de enero de 2012

Viñetitas de mierda: El carretero.

Ya casi no tengo arena en el pelo. Me miro al espejo mientras me cepillo los dientes.
Aún después del toque de queda oigo, desde uno de los pisos superiores de la ciudadela hippie, que un pibe toca "Redemption Song" con el siku.
Pienso: "claro".