lunes, 20 de septiembre de 2010

Los congresos son como fiestas de quince.

Mucho ajetreo, mucho ajetreo, y al final la gente siempre queda disconforme con en qué mesa los pusieron y con quién.

2 comentarios:

Panqueca dijo...

Yo siempre me quedo disconforme con los regalos (léase "regalos" como esas bolsitas lindas que te dan en algunos congresos, o algún sourvenir).
Mucho bla bla, mucho bla bla y los regalos dejan mucho que desear u__u

l dijo...

A mí parece que me sientan en la cocina. Después del primer plato, porque antes no hay espacio.

No importa.
Yo quiero río y sol.

Y gineceo.