jueves, 26 de abril de 2012

Titanic.

Lo dije y lo repito: 
Nadie que no haya sido una nena de 11 años cuando salió Titanic puede entender lo que nos pasó con esa película. Me compadezco de todos ustedes, incluyendo a las nenas de 11 años de hoy en día, que no lograrán ver a través de Celine Dion y la capa enorme de grasa que tiene todo.

Me hice adolescente el día que fui a ver Titanic, en marzo del '98. La hermana mayor de una amiga nos llevó al Multiplex un viernes a la tarde. Creo que teníamos camperas de jean encima del buzo de la escuela. Nos sentíamos grosísimas. Cuando volví a mi casa me quedé dormida y me desperté con mis viejos y mi hermano discutiendo encima mío. No podía entender de qué mierda hablaban, cómo podían hablar a ese volumen cuando Leo Di Caprio se había enamorado y muerto hacía sólo algunas horas. ¿Cómo no se daban cuenta lo que me estaba pasando, de todo eso de la película que yo seguía teniendo adentro? 
Y es eso, que es una música y unos colores pero también otra cosa, lo que solamente le puede pasar a una nena de 11 años en 1998. Si la viera ahora por primera vez, la odiaría. Si la viera ahora, aún con lo que significa para mí, tampoco me gustaría. Pero me crucé con Titanic en el momento perfecto, y por eso no puedo sentir más que gratitud.

viernes, 20 de abril de 2012

Ya nadie nos paga (2).





Cuando falla youtube uno no sabe cómo explicar algunas cosas. ¿Cómo decir qué es Chícola y la ganga a alguien que nunca lo vio? ¿Por qué, si hay videos de cualquier cosa en internet, nadie subió esto? ¿Por qué nadie le hizo una entrada en la Wikipedia? ¿Los 476 fans de facebook no se pueden poner las pilas?
No puedo ni siquiera sugerir al empático lector que sintonice Wapa TV un domingo a la mañana para experimentarlo en carne propia porque, en lo que parece una pura crueldad de los hermanos boricuas para con mi persona, ahora en ese horario están dando El mundo de Beakman

Me veo obligada, entonces, a tratar de explicar que Chícola es una señora de 40 años vestida de nenota. ¿Una especie de Chilindrina? No exactamente. Tal vez sea sólo que actúa mal, pero logra darle una impronta medio porno al personaje. O tal vez sea que la Chilindrina (las comparé: hay un capítulo en que se hacen amigas) es físicamente una pulguita, y ella es un cacho de mina.
Chícola anda por ahí con Medicoco y Cochino Basurón. Dos marginales. 
¿Acaso se supone que son niños? A veces van a la escuela con Chícola, pero otras veces trabajan, o se les reprocha que no lo hacen. Medicoco, de anteojos gigantes y nariz de plástico, ¿tendrá habilitación para practicar la medicina? ¿Y Cochino Basurón? ¿Por qué es tan cochino y basurón?
¿Qué hacen? ¿Esta chica no tiene padres? Nunca aparecen. ¿Por qué está todo el día en la calle? ¿Tiene casa? ¿Qué está pasando?
Como en todos los programas de este tipo, Chícola y sus amigos hacen lío y al final aprenden algo (hay que obedecer al maestro, no hay que decir mentiras, etc.). Mientras tanto ponen videos (siempre los mismos) de grandes composiciones con grandes moralejas, de la talla de "Mariluz apaga la luz" o esa que dice 


§ cruza en el semáforo, úsalo, úsalo, 
§ y si no hay semáforo hay que recordar:
§ primero parar, segundo mirar, 
§ tercero escuchar y último cruzar.

Pero nada supera a la cortina del programa: 


§ Únete a la ganga, 
§ con Chícola y la ganga.
§ Únete a la ganga,
§ con Chícola y la ganga.
§ Únete a la ganga,
§ con Chícola y la ganga.
§ Únete a la ganga,
§ con Chícola y la ganga.
§ Únete a la ganga, 
§ con Chícola y la ganga
§ ...

Dura como 3 minutos. 
En otra canción hay una familia de pollos que se pelean y mientras Chícola, la ganga, los pollos, y todo el mundo bailan de acá para allá te ponen en letras multicolores el número de teléfono para contrataciones: por una módica suma, podés tener a Cochino Basurón en tu fiestita.

Ahora, imaginen todo esto a las 10 de la mañana de un domingo, habiéndote levantado a las 6, con sueño, resaca y acidez. Se vuelve como más pesuti.

jueves, 19 de abril de 2012

Ya nadie nos paga (1).


A modo de despedida tardía de la etiqueta "miro tele mala por dinero", Olor a tostadas les trae con mucho amor el último par de entradas de esa sección. Comenzamos, entonces, con una escena de Clerks que ha tocado nuestro corazoncito de coordinadora nocturna, mientras intentamos aceptar el hecho de que ya no tenemos más excusas económicas para seguir mirando tele mala, y que esto ya es autoflagelación estética e intelectual.



Randal Graves: [suddenly outraged] Oh, fuck you! Fuck you, pal! Jesus, there you go again trying to pass the buck. I'm the source of all your misery. Who closed the store to play hockey? Who closed the store to go to a wake? Who tried to win back his ex girlfriend without even discussing how he felt with his present one? You wanna blame somebody? Blame yourself. "I'm not even supposed to be here today."

[throws stuff at Dante]

You sound like an asshole! Jesus, nobody twisted your arm to be here today. You're here of your own volition. You like to think the weight of the world rests on your shoulders. Like this place would fall apart if Dante wasn't here. Jesus, you overcompensate for having what's basically a monkey's job. You push fucking buttons. Anybody can waltz in here and do our jobs. You... You're so obsessed with making it seem so much more epic, so much more important than it really is. Christ, you work in a convenience store, Dante! And badly, I might add! I work in a shitty video store, badly as well.

martes, 17 de abril de 2012

Sobre el ethos de la groupie (1).

Digo que los amo a todos, a toda la banda. Quiero que sean mis novios. Pero después me parece una imagen horrible, ser una especie de Pitufina del backstage. Sonaría como ser la novia comunitaria, disponible para todos, y no sé si se entiende que no es eso lo que quiero.

Más bien los sumo a mi gran harén imaginario a la 8 1/2, un catálogo cariñoso de todos los hombres reales e imaginarios de mi vida. Me resultó simpática, en la película, esa solución (imaginaria) al problema (falso) del protagonista de tener simplemente demasiado amor para dar.


Y sin embargo esa voz que tengo en la cabeza que grita día y noche "¡Género! ¡Género!" me hace sospechar que por más que yo sea mujer y sea cuidadosa en mi reescritura de esa escena, no es una situación demasiado empoderadora para nadie, que Guido Anselmi es lo menos, y que no hay forma de maquillar mi mirada fetichizadora desde abajo del escenario. No tengo como amar a estos pibitos sin objetivizarlos a ellos y a mí con mi deseo despersonalizado.
Pero, aún así, la idea de una casa llena de hombres que me esperan...

lunes, 16 de abril de 2012

Precursor ignorado.

Usa ropa ajustada de colores brillantes y su ocupación principal es sacarse fotos a sí mismo.
Sí, es Spiderman, el flogger.

jueves, 5 de abril de 2012

Viñetitas de mierda: Quilmes Rock 2012, día 2.

En la tele dijeron que en algunas familias había dos mamis y eso estaba bien.
Si se puede elegir, quiero que mi segunda sea Joan Jett.

TV On The Radio me gustó. A veces me pasa que me siento culpable en los recitales porque me la paso babeándome con una banda entera. Igual creo que, objetivamente, el cantante es un bombonazo y todos estábamos pensándolo.

Evidentemente los giles que estaban al lado mío no le prestaron tanta atención a El rey león como el resto de nosotros, porque probablemente la más importante de todas las enseñanzas que nos dejó es que hay que tener mucho cuidado con las estampidas. En algún otro momento, con alguna otra película, también tendrían que haber aprendido que hay que tener cuidado y no hacer cosas que pueden lastimar a la gente.

Cuando terminó Arctic Monkeys me quedé parada solita en el medio de un puto monzón. Empecé a pensar seriamente que hubiera sido mucho mejor quedarme en mi casa con mi dinero viendo American Idol. Hacía cada vez más frío y estuve muy muy cerca de abrazar a un extraño. Como cuando en los dibujitos animados los personajes que tienen mucha hambre empiezan a ver a sus compañeros con forma de pancho o pata de pollo, para mí el pibe ese era una bolsa de agua caliente gigante.
Me harté de sufrir al pedo y me metí abajo de un alerito, en la platea, a escurrir mi ropa.
Miré dos temas desde ahí, pero el tercero fue "My hero" y bajé al campo. El calor humano me hizo bien.

Y Dave Grohl, vendehumo adorable, "padre imaginario de todos nuestros hijos imaginarios", como dijo Clari. Le creí todo, sonreí hasta que me dolieron los cachetes. LLegué hasta a sentirme seca, y el ruido de la música tapó el chapoteo de mis medias empapadas. Divino hijo de puta. Me fui feliz.