sábado, 30 de julio de 2011

Hot for teacher.



He visto pocas películas tan deprimentes como Half Nelson, pero por favor, ¿se imaginan tener 15 años y que venga semejante caño a enseñarte materialismo dialéctico?
Vení cielo, vení que te llevo a rehabilitación y a la vuelta organizamos la revolución mientras tomamos la merienda.

martes, 19 de julio de 2011

Más novelas.


No, si voy a entender la novela, tengo que mirarla como se miran las novelas.
Es decir: como las miran las señoras, a la tarde, en vez de dormir la siesta. Como el manija que no sale el viernes a la noche para ver Destilando amor a la una de la mañana. Como un pendejo yanqui que se fuma un porro y se caga de risa mirando mexicanos llorando a los gritos.
No hay otra forma de entrar, de entender cómo mierda se logra hacer funcionar un relato con tan poco. Porque convengamos que mal actuadas, mal dirigidas y mal escritas, logran ser efectivas. Cómo funcionan, "y quién soy yo que ahí se ha dejado capturar".
La distancia crítica no nos llega a ninguna parte. Nos deja llorando frente de la tele el día de las elecciones. Entonces trato de relajarme, respiro hondo, hasta que casi no duela la estupidez escandalosa, hasta que los personajes dejen de parecerme todos iguales y la trama casi tenga sentido. Respiro hondo e intento aflojar un poco el hábito de leer con el lapicito en la mano. Una vocecita me dice "¡Mandato de castidad! ¡Relaciones de servidumbre prácticamente feudales! ¡El matrimonio y el mundo ejecutivo fusionados en una única promesa de ascenso social!". Me pregunto qué pensaría una vieja dominicana autoexiliada en Arizona, y en los cortes sublimo jugando compulsivamente al carta blanca.

viernes, 8 de julio de 2011

Megalómana.

Me gustaría ser docente en la facultad porque quiero que mis alumnos se enamoren de mí, como yo me enamoré de todos mis profesores más o menos jóvenes, más o menos buenos dando clase.
Quiero que tengan conmigo esa mezcla de transferencia y Síndrome de Estocolmo.
Quiero que se emocionen cuando los reconozco en el pasillo y los saludo cabeceando casi imperceptiblemente.

También quisiera ser la clase de persona de la que la gente se enamora por internet. Adorada en la distancia y el misterio, ser apenas una firma, un perfil críptico donde la gilada proyecte cosas y decida que soy, sin lugar a dudas, su alma gemela.

Quiero fans, quiero groupies, quiero devotos que si me pisa un bondi vengan a ponerle a mi tumba flores de plástico y cartas escritas con lapiceras de colores en hojas Rivadavia.
Quiero la historia de mi vida en América 2.


Para la ginepedia.

Ovarios

sust. m. pluralia tantum

1.

Se supone que el realidad lo que te duele es el útero. Producís más prostaglandina F que prostaglandina E y entonces el útero se te empieza a contraer para largar todo.

Pero se llama dolor de ovarios, y es como si tu cuerpo te castigara por haber dejado pasar un mes más sin tener hijos. Educada en exceso, económicamente dependiente, y encima soltera. Más de una década de maternidad potencial, perfectamente sanita, con esas caderas hechas para tener bebés, y no, nada, un mes más y te seguiste haciendo la boluda. Los ovarios son la voz del imperativo biológico de conservación de la especie.

Por su semiuniversalidad es una bandera de solidaridad entre mujeres. Una podría parar a una extraña cualquiera en la calle, decirle que le duelen mucho los ovarios, y la mina haría una mueca de dolor y diría “Uh… Ay, justo hoy no tengo nada para darte. Qué boluda.”. “No, todo bien, me tomé un ibu hace un rato, pero todavía no me hizo efecto”.

2.

El lenguaje es forro, es sabido, y a veces el discurrir de la vida cotidiana te lleva a decir cosas como “tengo los huevos al plato”, “qué huevos que tiene” o que algo “es una patada en los huevos” (ver huevos). Pero cuando una es mujer y a mitad de frase se da cuenta de que no tiene huevos, la expresión se vuelve rara. ¿Y qué hace? ¿Dice “los ovarios al plato”? ¿Sos muy piola y muy consciente del Género, o era mejor dejarlo pasar? Porque ahora lo resemantizaste, y se volvió estúpido y un poco asqueroso. ¿Tenés “los ovarios bien puestos”? ¿Tu valía está depositada justo en esa parte tan complicada de tu cuerpo (ver 1)?

Ya está, pusiste incómodo a todo el mundo. Rápido, que alguien cuente lo que le pasó ayer.