domingo, 5 de julio de 2009

¿A dónde fueron a parar todos los colmos?

No me acuerdo cuándo desaparecieron. Estaban por todas partes. Eran invariablemente malos, sí, pero circulaban.
Tenía un librito que se llamaba Esto es el colmo! (Libros del Quirquincho, 1993) y estaba lleno de cosas como esta:

-¿Cuál es el colmo de un bombero?
-Tener un hijo chorro y una hija manguera.

Tal vez me muevo en los círculos equivocados, pero me parece que ya nadie anda por ahí contando colmos. Es una de esas cosas de los noventa que creímos que iban a durar para siempre y en cambio se esfumaron imperceptiblemente de nuestras vidas, como los rollers y la mostanesa.
Pero dudo mucho que alguien extrañe los colmos, y aparte la mostanesa la hacés vos y listo.

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