sábado, 21 de noviembre de 2009

Ascesis.

En la universidad, casi cualquier situación de examen requiere un ritual de mortificación del cuerpo. Pálidos, peludos y pringosos, se trata de una especie de ascesis. Heráclito se enterró hasta el cuello en la mierda para curarse de la hidropesía. Todo, tu vida social, tu salud, tu higiene personal, tus obligaciones familiares, absolutamente todo, queda postergado para después de rendir.
Mas allá de una necesidad interna, las apariencias importan: uno siempre sospechó que caer a un final bronceado y divino queda peor que ir ojeroso, encorvado y con el pelo sucio. En el fondo a uno le gusta mostrar que la materia le importa mucho mucho, más que tomarse 3 minutos para ponerse tapaojeras.

1 comentario:

Ailin dijo...

Dicen q en Medicina es al revés,tienen q ir bonitos para no quedar mal con el docente. Creo q se debe a q son unos vendidos.