lunes, 29 de junio de 2009

The Donnas, otra banda que me gustaba más cuando apenas sabían tocar sus instrumentos.


See that boy he looks so fine
But he's got a girlfriend, my oh my

Go, go, go!

I'm gonna hit her in the head
I'm gonna knock her down
I'm gonna drag her by the hair all over town
I'm gonna get get get get rid of that girl
I'm gonna get get get get rid of that girl
I'm gonna get get get get rid of that girl tonight

domingo, 28 de junio de 2009

Algunas reflexiones en lo que parece ser el ocaso de la hegemonía ochentosa en el retro (3)

Here's a theory for you to disregard completely: una clasificación interesante sería distinguir el retro autobiográfico del no autobiográfico.
La diferencia es la obvia. El retro no autobiográfico es recuperar lo viejo porque es lindo, porque te copa. Las quinceañeras que van a Complot a comprar sweaters como lo de sus madres a su edad, los que creen sinceramente que el rock murió en los 80. Austin Powers, Amy Winehouse, Dita Von Teese. Ponele.
El retro autobiográfico mira con nostalgia una época no tanto por una simpatía estética o ideológica sino porque fue un momento copado de la vida de uno.
Un muy buen ejemplo son los Moldy Peaches, la mejor banda (lejos) que descubrí el año pasado.


The Moldy Peaches (2001), su único disco de estudio, está lleno de una sensibilidad muy preadolescente. No son sólo las referencias constantes a la cultura pop de los '80 y principios de los '90, no es sólo el trabajo con géneros musicales de la época (y se puede escuchar todo el disco como una sátira delirada y más o menos sistemática de los subgéneros del pop-rock de una generación). Es esa cosa de niñotes grandes que tienen Adam y Kimya. Es que son la clase de amigos que hubiéramos querido tener a los eleventeen. Es ese aire inexplicable a cordones fluo que tiene todo. Es que puedan hacer una power ballad con guitarritas a la Wayne's World que habla de Hong Kong Phooey e igual te de un poquito de ganas de llorar.

La banda se separó en el 2004, pero se hicieron un poquito grosos cuando salió Juno y todos flasheamos con la banda de sonido, con esa voz desafinada y resplandeciente que decía "I like boys with strong convictions and convicts with perfect diction".
Kimya Dawson pesa como 100 kilos, tiene una hijita que se llama Panda y un marido con cara de simpático. Ahora toca canciones para chicos. Es la persona más copada del planeta.
Adam Green resultó tener alta voz. Hizo una canción sobre Jessica Simpson que a veces pasan por I-Sat.

Revolviendo cajones.

Cada tanto Clara se enoja con el castellano, porque le revienta verse obligada a usar la misma palabra, querer, para decir que uno quiere a su abuela, a su remera más vieja, o al olor de las tostadas con manteca y azúcar, y para decir que uno quiere irse de vacaciones, o zapatos nuevos, o aprobar un final. Se enoja porque la diferencia es abismal.
Martín, por ejemplo (aunque en realidad no es un ejemplo) la quiere-sub-uno, pero no la quiere-sub-dos. Ella lo quiere1 y lo quiere2, o lo quería hasta que de tanto enojarse con el castellano (aunque en realidad no es con el castellano con quien se enoja) le parece que de tanto quererlo2 ya no lo quiere1, o viceversa. Ya no sabe si es uno o los dos, o a lo mejor ninguno, y tratar de definir, de subindexar, es querer agarrar una mosca con los dedos. De todas formas se sigue preguntando si él la quiere1 y si la quiso2 en algún momento, si él se lo pregunta y si trata de subindexarla. Si piensa en ella a veces, cuando está solo.
A Clara le gusta pensar que ya no está enojada, y que a ella sólo le queda querer1. Le da miedo, porque parece que en ella cada vez hay menos querer2. Se conoce y sabe que uno sólo se pone a definir cuando la mosca ya voló. No le divierte estar esperando a la próxima.
mediados de 2006

lunes, 15 de junio de 2009

Oh, Joey Comeau.


No te enseñan a escribir así en la cultural inglesa.

domingo, 14 de junio de 2009

Ínfima telepatía doméstica (primera entrega).


L: Está Razorlight.
W: Uh, son un bajón.
L: A mí me gustan.
(Al rato)
L: Está buena esta banda. Son como The Zutons, pero menos buenos.
W: ...
L: No son un bajón.
W: En realidad, yo estaba pensando en otra banda.
L: ...
W: ...
L: ¿Starsailor?
W: Sí.
L: ...
W: ...
L: ¿Te das cuenta de lo que acaba de pasar?

viernes, 12 de junio de 2009

Más ideas brillantes.

Tengo que aprender a tocar algún instrumento y escribir una canción copadísima sobre la caminata desesperada a casa cuando tenés muchas muchas ganas de hacer pis. El estribillo va a decir "encontreemos un macdooonaaaaals, encontreemos un macdoonaaaaaaaals".
Va a ser un plagio desvergonzado a Kimya Dawson, pero van a ver, ya la van a cantar todos cuando necesiten pensar en algo que no sean sus vejigas hinchadas.

miércoles, 10 de junio de 2009

Los zancos y Regina.

Soñé que en un momento cruzaba Crámer en zancos. Hacía solcito. Estaba con Anto y alguien más, que después se iba. Mi casa era mucho más linda y blanca, y había una lámpara preciosa que alguien me había hecho.
Conocía a un flaco en una cola y me re enamoraba porque además de ser muy copado no me miró mal cuando dije una palabra rebuscada y le gustaba Regina Spektor.
Estábamos en alguna clase de local en el que pasaban "Reading Time With Pickle", y de todas las cosas extrañas que pasaban, esa fué la única que me pareció poco realista mientras la soñaba.