jueves, 5 de abril de 2012

Viñetitas de mierda: Quilmes Rock 2012, día 2.

En la tele dijeron que en algunas familias había dos mamis y eso estaba bien.
Si se puede elegir, quiero que mi segunda sea Joan Jett.

TV On The Radio me gustó. A veces me pasa que me siento culpable en los recitales porque me la paso babeándome con una banda entera. Igual creo que, objetivamente, el cantante es un bombonazo y todos estábamos pensándolo.

Evidentemente los giles que estaban al lado mío no le prestaron tanta atención a El rey león como el resto de nosotros, porque probablemente la más importante de todas las enseñanzas que nos dejó es que hay que tener mucho cuidado con las estampidas. En algún otro momento, con alguna otra película, también tendrían que haber aprendido que hay que tener cuidado y no hacer cosas que pueden lastimar a la gente.

Cuando terminó Arctic Monkeys me quedé parada solita en el medio de un puto monzón. Empecé a pensar seriamente que hubiera sido mucho mejor quedarme en mi casa con mi dinero viendo American Idol. Hacía cada vez más frío y estuve muy muy cerca de abrazar a un extraño. Como cuando en los dibujitos animados los personajes que tienen mucha hambre empiezan a ver a sus compañeros con forma de pancho o pata de pollo, para mí el pibe ese era una bolsa de agua caliente gigante.
Me harté de sufrir al pedo y me metí abajo de un alerito, en la platea, a escurrir mi ropa.
Miré dos temas desde ahí, pero el tercero fue "My hero" y bajé al campo. El calor humano me hizo bien.

Y Dave Grohl, vendehumo adorable, "padre imaginario de todos nuestros hijos imaginarios", como dijo Clari. Le creí todo, sonreí hasta que me dolieron los cachetes. LLegué hasta a sentirme seca, y el ruido de la música tapó el chapoteo de mis medias empapadas. Divino hijo de puta. Me fui feliz.

martes, 28 de febrero de 2012

Sobre El péndulo de Foucault.

El año pasado releí El péndulo de Foucault, de Umberto Eco, y apunté algo como esto:

Dormitando con la tele prendida pienso que me gusta la novela porque hace ese despliegue tremendo de erudición histórica (y justo de una historia tan desopilante y lejana) con una ternura y una compasión igualmente tremendas. Es la historia de investigadores que inventan y reinventan un relato siempre preocupados por poder comprender y respetar a sus personajes.
Me conmueve Casaubon y su deseo de dignificar, de recordar amorosamente, de no infantilizar ni exotizar a esa otredad perdida para siempre que es el Pasado.

No parece, pero eran adultos racionales.

Después engancho el final de Spanglish, y lloro, porque estoy llena de amor por mi prójimo.


El péndulo termina siendo casi casi una advertencia sobre lo fácil que es, con un poco de práctica, conectar todo con todo. Peor aún: sobre lo fácil que es convencer a la gente de que uno sabe de qué está hablando. El tío Umberto se preocupa por todos nosotros, como siempre.

viernes, 17 de febrero de 2012

Febrero en casa.

El problema de Telecentro es que no tiene SAP.

El problema del streaming es que no tiene propagandas y a veces uno necesita un impasse para ir al baño y/o revisar el facebook.

El problema de la propaganda es que no importa cuánto insistan, no voy a ponerle Casancrem a la comida, nunca.

El problema del calor es la humedad y el problema de la humedad es que no llueve. Es decir, el hiato insalvable entre la humedad y la mojadez.

El problema es que no podés llorar a gritos por Cuevana sin que tu vergüenza opaque la desesperación.



lunes, 30 de enero de 2012

Ladri.

He llegado a la conclusión de que no sé hablar francés pero puedo hacerle creer a la gente que sí, mediante una mezcla de cararrotez y mentalismo jedi.
"Ceux-ci ne sont pas les droids que tu cherches", les digo.

jueves, 26 de enero de 2012

Viñetitas de mierda: El carretero.

Ya casi no tengo arena en el pelo. Me miro al espejo mientras me cepillo los dientes.
Aún después del toque de queda oigo, desde uno de los pisos superiores de la ciudadela hippie, que un pibe toca "Redemption Song" con el siku.
Pienso: "claro".

jueves, 8 de diciembre de 2011

Viñetitas de mierda: vida de edificio.

Hace al menos cinco días que alguien escucha "I Kissed a Girl" en loop.
Viene el fumigador y cuando me saluda no dice "hasta el mes que viene" como siempre sino "hasta el año que viene", y me vuela la peluca. Al rato me toca timbre el tipo de planta baja porque le está chorreando agua desde mi balcón. Exagera. ¿Cuánta agua le puede haber caído?
Cuando me estoy poniendo las sandalias para irme, de adentro de una sale una vaquita de San Antonio. De las truchas, esas que son rojo sobre negro y no negro sobre rojo, pero igual les pedimos deseos porque son lo que hay.
Entonces le pido un deseo, y me doy cuenta de que le estoy hablando mentalmente en inglés. Pienso "no, debería practicar italiano", y le hablo mentalmente en italiano por un minuto sobre las cosas que quiero y necesito en mi vida y cuáles son las más indicadas para pedir como deseo. Y ya que me estoy comunicando telepáticamente con el bicho le explico que creo que hay algo medio perverso en toda la escena, como si uno les exigiera un favor a cambio de dejarlas vivir. La miro caminarme por el brazo. Me pregunto si habrá una relación entre las vaquitas de San Antonio y "pedile a San Antonio que te mande un novio".
Al final la dejo en la maceta del jazmín. Cae de espaldas pero en seguida se endereza.